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El
rey Carlos Gustavo de Suecia ha entregado esta tarde en el Konserthuset de
Estocolmo los premios Nobel 2007 de F�sica, Qu�mica, Medicina, Literatura y
Econom�a en una gala en la que ha faltado Doris Lessing y en la que los
discursos de entrega han resaltado el valor social de todos los trabajos
galardonados.
"Este ano, los Premios Nobel pueden ser vistos desde una perspectiva
diferente (...) desde la investigaci�n aplicada al progreso social", ha
expresado, en nombre de la Fundaci�n Nobel, el doctor Marcus Storch en el
discurso inicial.
Por lo dem�s, la ceremonia de entrega de los Nobel ha vuelto a ser un
espect�culo comedido y sin lugar para la sorpresa, presidido por el estricto
protocolo que acompana a la Casa Real de Suecia, representada en este acto
por el rey Carlos Gustavo, la reina Silvia y la princesa Victoria, heredera
al trono.
Tras el himno nacional del pa�s anfitri�n, las primeras palabras han sido
para una de las ausentes: La premio Nobel de Literatura 2007, la escritora
brit�nica Doris Lessing que ha sido recordada por el miembro de la Academia
Sueca Per W�stberg como "un testigo implacable de su tiempo, una antagonista
de la autoridad para la que el Emperador nunca estuvo vestido".
El compromiso de su labor literaria, hilado en obras como Canta la hierba
(1950) o El cuaderno dorado (1962), "ha contribuido -seg�n la Academia- a
cambiar nuestra manera de ver el mundo" y, por ello, y pese a la ausencia de
la galardonada, la entrega de su premio fue uno de los momentos estelares de
la ceremonia.
Sobriedad en la ceremonia
El cient�fico franc�s Albert Fert (Carcassone, Francia, 1938), ganador del
Premio Nobel de F�sica, ha sido el primero en acercase personalmente al
c�rculo que centra el escenario del Konserthuset, en el que se halla la "ene"
amarilla en honor a Alfred Nobel y donde Carlos Gustavo hace entrega de las
medallas y diplomas.
Junto al alem�n Peter Gr�nberg (Piesen, Rep�blica Checa, 1938), ha recibido
del profesor de la Real Academia de Ciencias Sueca, B�rje Johansson,
felicitaciones (en el idioma materno de cada uno de ellos) en las que ha
destacado que "la mageto-resistencia gigante, el descubrimiento por el que
han sido ambos galardonados- ha transformado ya el mundo de la inform�tica y
las promesas para el futuro son importantes y numerosas".
El �nico galardonado en solitario, el alem�n Gerhard Ertl (Bad Canstat,
Alemania, 1936), recogi�, tras el discurso de otro profesor, Hakan
Wennerstr�m, su Nobel de Qu�mica por el estudio de las reacciones
catal�ticas, que afectan a los semiconductores, a los fertilizantes y a las
emisiones de los autom�viles y "proporciona una ilustraci�n de lo fruct�fera
relaci�n entre la investigaci�n b�sica y su aplicaci�n pr�ctica".
A continuaci�n, Oliver Smithies (Reino Unido, 1925), Martin Evans (Reino
Unido, 1941) y Mario Capecchi (Italia, 1937) los tres premiados con el Nobel
de Medicina han recibido su galard�n por sus experimentos sobre la
recombinaci�n gen�tica en los ratones.
Finalmente, se ha hecho entrega del �nico premio que no forma parte del
legado de Alfred Nobel (1833-1896), que es el de Econom�a fundado en 1969
por el Banco de Suecia y otorgado a Roger B. Myerson (Estados Unidos, 1951)
y Eric C. Maskin (Estados Unidos 1951), responsables de la premiada teor�a
del diseno de mecanismos junto a Hurwicz, que dada a su avanzada edad,
noventa anos, no ha podido acudir.
Al Gore, Nobel de la Paz
Tras varios d�as de ruedas de prensa, conferencias y entrevistas, no se
permite a los ganadores del Nobel, seg�n las normas de la gala, ning�n tipo
de discurso al recoger el premio, que deben agradecer s�lo mediante tres
reverencias: una al Rey, otra a los acad�micos y otra al p�blico.
La gala, amenizada por la Real Orquesta Filarm�nica de Estocolmo que,
dirigida por Kjell Ingebretsen y con la voz solista de la soprano Ida Falk
Winland, ha interpretado fragmentos de obras de Mendelssohn-Bartholdy,
Mozart, Stravinsky, Debussy y H�ndel.
Alfred Nobel, el inventor de la dinamita, cre� estos premios como �ltima
voluntad antes de su muerte, de la que hoy se cumplen 111 anos, con la
intenci�n de reconocer los avances "que m�s beneficio reporten a la
Humanidad".
Desde 1901, se celebra cada 10 de diciembre en Estocolmo la entrega de los
Nobel, mientras que, por decisi�n personal de su fundador, el Nobel de la
Paz se entrega el mismo d�a y por separado en Oslo, la actual capital de
Noruega que entonces formaba parte de Suecia.
(REDACCI�N EIP / EFE)
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