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Poder medi�tico, poder pol�tico
- Por JUAN JOS� FEIJOO
[marzo de 2008]
En una sociedad medi�tica como la nuestra, la Comunicaci�n ofrece una enorme posibilidad a qui�n quiere posicionar un mensaje. El Ceremonial de la Imagen se proyecta quintadimensionado.
Esto es, por ejemplo, lo que ha acontecido con los �ltimos comicios generales, pues el proceso electoral atiende a una puesta en escena respondiendo a unos par�metros previamente definidos. El escenario es siempre el mismo y la operativa se incluye en una programaci�n disenada para conseguir el mejor impacto popular posible. Se eligen esos espacios y se selecciona el p�blico objetivo. El mensaje est� minuciosamente estudiado y contextualizado seg�n cada audiencia.
El pol�tico-actor (como protagonista de un acto), esgrime en cada ocasi�n el mensaje que corresponda y utiliza los medios a su alcance para garantizar su eficacia medi�tica. El medio es el mensaje, el mensaje es el medio.
La parafernalia de la compana se articula en unos movimientos (o acciones) estandarizados; pegada de carteles (arranque oficial); m�tines (exaltaci�n del culto alter ego del principal protagonista); banquetes (selectivos o de nutrida ausencia); paseos y visitas concretas (en lugares escogidos o con sectores o colectivos espec�ficos),. y sobretodo comparecencias ante medios de comunicaci�n durante todos los d�as de la campana, principalmente televisivos.
El mimetismo electoral ha llegado al extremo de provocar un impacto en las masas utilizando canales de gran difusi�n que es lo que sucede con las televisiones, un "espacio electoral" que concita el inter�s de una audiencia heterog�nea sin moverse �sta de casa.
Todos estos mecanismos est�n al servicio del pol�tico con la finalidad de penetrar en la Sociedad a la que pretenden servir, echando mano del "Manual" de campana que no s�lo regula los mensajes, sino las formas, que tan bien son muy importantes cuando se prolifere la actuaci�n en p�blico, lo que requiere conocer las t�cnicas de la comunicaci�n y expresi�n oral y corregir los "tic�s" que pueden incidir negativamente o cuanto menos, restar un poco la eficacia pretendida. Dominar el poder medi�tico, es consolidar el poder pol�tico. (REDACCI�N EIP)
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