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El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, "ha
tomado" hoy el Congreso, donde su larga intervenci�n ha sido seguida con
bastante entusiasmo por senadores y diputados, quienes tampoco han podido
evitar no perder de vista la presencia silenciosa de su esposa, Carla Bruni,
que ocupaba la tribuna de invitados.
La C�mara Baja ha acogido con gran expectaci�n la visita de Sarkozy, que ha
sido recibido en el patio por Jos� Luis Rodr�guez Zapatero y los presidentes
del Congreso y del Senado, Jos� Bono y Javier Rojo, con quienes ha
intercambiado sonrisas y comentarios muy distendidos antes de que los himnos
franc�s y espanol marcaran el comienzo de la ceremonia.
Paralelamente, en el hemiciclo, los miembros del Gobierno han empezado a
ocupar sus escanos y el primero que lo ha hecho ha sido el responsable de
Fomento, Jos� Blanco. No han estado todos porque, por diferentes motivos,
han faltado a la cita los ministros de Industria, Sanidad, Educaci�n,
Cultura e Igualdad.
Diputados y senadores, entre los que no ha faltado el veterano Manuel Fraga,
tambi�n iban ocupando sus asientos, mientras que fuera Sarkozy y sus
anfitriones saludaban a los miembros de las dos Mesas y a los portavoces de
ambas C�maras. Y de Carla Bruni, hasta ese momento, ni rastro.
Empezaba a cundir cierta decepci�n ante los rumores de que al final no
ven�a, pero la ex modelo italiana lleg�, se sent� en un sill�n de la
tribuna, completamente sola, y diez minutos despu�s desapareci�.
Eso s�, han sido minutos suficientes para que la veintena de fot�grafos que
hab�a en el hemiciclo dispararan sin tregua sus c�maras y no se pudiera
escapar ni un s�lo detalle de la primera dama francesa, incluido su ajustado
traje de chaqueta negro, que llevaba con una elegante camisa blanca.
Se la volvi� a ver acompanando a su esposo en el Sal�n de Pasos Perdidos,
como deb�a haber sido desde el principio, pero que por alguna confusi�n no
ocurri� de esa manera.
Despu�s de los saludos, Sarkozy se ha dirigido a la tribuna presidencial del
plenario, y su esposa ha vuelto a ocupar el mismo lugar, justo enfrente de
�l, lo que les ha permitido dedicarse alg�n gesto de complicidad antes de
que Jos� Bono iniciara su discurso, de esos a los que acostumbran.
Un discurso, que, de acuerdo con algunos parlamentarios de ERC, ha levantado
algo de malestar entre algunos diputados y senadores que ten�an alrededor
cuando hizo referencia al reinado de Felipe V por lo que, seg�n ha dicho
Bono, tuvo de "modernizaci�n para unos y aplastamiento de libertad" para
otros.
Las palabras de Sarkozy -rara vez le�das- han generado unos cuantos aplausos
y m�s de una sonrisa, y lo que tambi�n ha sorprendido ha sido el alto nivel
de franc�s que deben tener los miembros del Gobierno porque �nicamente
Beatriz Corredor, ministra de Vivienda, ha tenido que hacer uso de la
conexi�n de traducci�n simult�nea.
Sarkozy desconoce el idioma castellano, pero lo ha disimulado muy bien con
un pequeno "pinganillo" que se ha tra�do �l de casa, y que apenas se dejaba
ver en su oreja.
Como es habitual en este tipo de visitas ha habido tambi�n un intercambio de
regalos y si Sarkozy ha obsequiado a los presidentes del Congreso y del
Senado con una placa con la imagen del palacio del El�seo, �ste ha recibido
de Bono la medalla del Congreso y un facs�mil de la Constituci�n en edici�n
de lujo, y de Rojo la medalla del Senado y un atlas.
La segunda jornada del primer viaje oficial de Sarkozy a Espana y el primero
de un presidente franc�s en diez anos -el �ltimo fue de Jacques Chirac en
1999- prosigi� en Moncloa, donde tuvo lugar la cumbre bilateral.
Carla Bruni se dirigi� al Museo Reina Sof�a, que visit� junto a la Reina, y
despu�s almorz� de forma privada con la esposa del presidente del
Gobierno, Sonsoles Espinosa.
(EFE)
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