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Una marcada agenda social y la creaci�n de la Secretar�a General Iberoamericana han sido los grandes baluartes de esta cita

Salamanca 'aprueba' en la organizaci�n de la XV Cumbre Iberoamericana

 - La lluvia y las an�cdotas marcaron un acontecimiento en el que propios y extranos han podido ser testigos, una vez m�s, del buen hacer espanol en materia de organizaci�n de eventos de car�cter internacional

 [17 de octubre de 2005]

"(.) los Jefes de Estado y de Gobierno de los veinti�n pa�ses iberoamericanos manifestaron su gratitud al Gobierno de Espana al ofrecerse como sede de la XV Cumbre Iberoamericana, la cual se realizar� en el ano 2005". 

As� rezaba uno de los p�rrafos del acta de la Declaraci�n final de San Jos� (Costa Rica) que, el 20 de noviembre de 2004, pon�a fin a la d�cimo cuarta reuni�n de presidentes iberoamericanos. 

Apenas doce d�as despu�s, el 3 de diciembre, se formaba la Comisi�n para la Organizaci�n y Coordinaci�n de la cita que se ha llevado a cabo en Salamanca, los pasados 14 y 15 de octubre. El porqu� de elegir esta sede en Espana se bas� en dos circunstancias, la primera, que este ano se cumple el 30 aniversario en el trono de don Juan Carlos y la segunda, que se conmemora el 250 aniversario de la construcci�n de la Plaza Mayor salmantina -ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad-. Todo ello, unido a los fuertes lazos que unen la capital charra con Portugal e Iberoam�rica, perfil� a esta ciudad como el enclave ideal.  

Marcada por una fuerte agenda social, los principales mandatarios y los ministros de Asuntos Exteriores de Espana, Portugal, Andorra -que ha participado por primera vez este ano- y 19 pa�ses latinoamericanos han sido los protagonistas de esta cumbre en la que se ha repasado la situaci�n general de la Comunidad, analizando su realidad socioecon�mica, asuntos de migraci�n y proyecci�n internacional, cooperaci�n y educaci�n entre otros puntos de inter�s. A cobijo de esta reuni�n se ha desarrollado, igualmente, el I Encuentro Empresarial y C�vico, que ha contado con la presencia del Secretario General de la ONU, Kofi Annan; el Presidente de la Comisi�n Europea, Jos� Manuel Durao Barroso o el Pr�ncipe de Asturias -que acud�a, as�, por primera vez, a una cumbre iberoamericana-. 

Una de las aportaciones m�s novedosas de la reuni�n de Salamanca radica en el inicio de la andadura de la Secretar�a General Iberoamericana, liderada por Enrique Iglesias, que actuar� desde este momento como voz de la Comunidad y dota a la misma de un definitivo contenido institucional.  

En todo momento, los organizadores de este evento -que han superado con creces el aprobado, bajo muchos puntos de vista- siguieron a rajatabla el programa establecido para el mismo, si bien su intensidad se hizo ligeramente incompatible con el r�gido pasar del tiempo. As�, algunos de los actos de la cumbre de los tres cuartos (como ha sido calificada por alg�n medio de comunicaci�n) sufrieron retrasos de hasta casi una hora. Eso s�, solventadas las esperas con humor y paciencia, tanto por los asistentes como por los salmantinos, que han hecho gala de su mejor car�cter. 

Con m�ltiples escenarios y no menos numerosas citas se ha llevado a cabo esta reuni�n que contempla no s�lo actos sociales comunes (cenas, visitas, etc.) sino tambi�n reuniones de trabajo, encuentros bilaterales y otros eventos. Ello ha obligado a trabajar a destajo a los responsables y equipos de protocolo, responsables de que la puesta en escena de la cumbre fuera impecable. Aqu� y all� se montaba un escenario, una tribuna, un pedestal para una foto oficial, un pool de prensa o un comedor, con sus respectivos indicadores, banderas, detalles. Y nada fall�, o casi nada, a ojos de los m�s habituados. Labor nada f�cil teniendo en cuenta la necesidad de coordinar a m�s de 3.000 agentes de polic�a, casi 2.000 profesionales de la informaci�n y 22 delegaciones con sus respectivos miembros.  

Se opt� en esta ocasi�n por limitar la presidencia de los actos m�s relevantes (inauguraci�n y clausura) a s�lo cinco personas -en cumbres anteriores se han podido ver mesas con todos los mandatarios asistentes-. En el puesto n�mero uno se situ� a don Juan Carlos, como jefe de Estado espanol; en el segundo lugar, al presidente de Uruguay, Tabar� V�zquez, como representante de la que ser� la pr�xima sede de este encuentro; en el n�mero tres a Jos� Luis Rodr�guez Zapatero, presidente del Gobierno anfitri�n; en el cuarto puesto al presidente de Costa Rica, Abel Pacheco (este pa�s acogi� la Cumbre en 2004) y cerrando la presidencia, la recientemente creada figura del Presidente de la Secretar�a General Iberoamericana (SEGIB), Enrique Iglesias. 

Sus Majestades los Reyes y el Presidente Rodr�guez Zapatero y su esposa, Sonsoles Espinosa, ejercieron como se debe su papel de anfitriones de un acontecimiento que volv�a a Espana despu�s de trece anos (la II Cumbre Iberoamericana se hosped� en Madrid en julio de 1992). 

La lluvia y las an�cdotas marcaron una cumbre en la que propios y extranos han podido ser testigos, una vez m�s, del buen hacer espanol en materia de organizaci�n de eventos. Al objeto de analizar todos los detalles protocolarios referentes a esta XV Cumbre Iberoamericana, la Revista Internacional de Protocolo dedicar� en su pr�ximo n�mero un amplio reportaje a dicha cita.

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