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Las celebraciones tuvieron lugar el 22 y 23 de junio en diversas localidades del Ducado

 

Los Grandes Duques presiden la celebraci�n de la fiesta nacional luxemburguesa

 - Las actividades programadas para el d�a de la fiesta nacional ten�an como punto de partida una ofrenda floral en el monumento a los ca�dos por parte de las Fuerzas Oficiales, lideradas por el Jefe del Estado Mayor de la armada

 

 [24 de junio de 2005]

 

De izquierda a derecha, el Gran Duque heredero Guillermo, la Gran Duquesa Mar�a Teresa y el Gran Duque Enrique de LuxemburgoEl Gran Ducado de Luxemburgo celebr� los pasados 22 y 23 de junio su fiesta nacional, una ocasi�n que ni Sus Altezas Reales el Gran Duque Enrique y la Gran Duquesa Mar�a Teresa, ni su hijo el Gran Duque heredero quisieron perderse. Las celebraciones se extendieron a las ciudades de Ehnen, Esch-sur-Alzette y Luxemburgo, y estuvieron acompanadas por un conjunto de festejos que dieron comienzo el mi�rcoles en la capital del pa�s. 

Las actividades programadas para el d�a de la fiesta nacional ten�an como punto de partida una ofrenda floral en el monumento a los ca�dos por parte de las Fuerzas Oficiales, lideradas por el Jefe del Estado Mayor de la armada, el director general y el inspector general de la polic�a del Gran Ducado. 

El relevo de la guardia tuvo lugar a las cuatro de la tarde frente al gran palacio ducal, lo que permiti� a los Grandes Duques ser part�cipes del traslado de honor que llev� a cabo el ej�rcito bajo la orden del capit�n Patrick Majerus. El relevo estuvo amenizado por el marco musical militar dirigido por el teniente coronel Andr� Reichling. Los jefes de grupo fueron los tenientes Patrick Anthony y Joel Faltz. La guardia entrante iba a cargo del sargento jefe Jo� Hutmacher, mientras que la guardia saliente la dirig�a el sargento Rick Edert. 

El pueblo de Ehnen fue el primero en tener el honor de albergar a los Grandes Duques, que fueron recibidos por el burgomaestre Ernest Demuth. Tambi�n se encontraban presentes el Ministro de Interior, Jean-Marie Halsdorf, as� como el Secretario de Estado a la Agricultura, a la Viticultura y al Desarrollo rural, Octavie Modert. 

Tras la recepci�n oficial delante del Museo del vino, los Grandes Duques Enrique y Mar�a Teresa, volvieron al monumento a los ca�dos para depositar una corona de flores. M�s tarde, los duques tuvieron la ocasi�n de participar, junto con la poblaci�n local, en una visita guiada por el pueblo de Ehnen.  

Al final de la tarde, el Gran Duque heredero se dirigi� a Esch-sur-Alzette, donde fue recibido por la burgomaestre de la ciudad, Lydia Mutsch. 

Despu�s de la ofrenda de flores en el monumento a los ca�dos, el pr�ncipe Guillermo volvi� al Teatro municipal para asistir al concierto que la Orquesta de los j�venes de la Armon�a municipal ofreci�. Tras el concierto, unas palabras de la burgomaestre y del primer ministro de Luxemburgo.  

La comitiva, en presencia de Su Alteza Real el Gran Duque heredero, se dirigi� desde el lugar de la Resistencia hacia el Hotel de la Villa, donde tuvo lugar el tradicional Escher Volleksfest; un desfile de las asociaciones de la ciudad tras el cual el pr�ncipe Guillermo encendi� el fuego de campo de los scouts luxemburgueses. 

Ese mismo d�a, la gran familia ducal asisti� a las festividades organizadas por la ciudad de Luxemburgo. A la salida de palacio fueron acogidos por el burgomaestre y los concejales de la ciudad, para a continuaci�n instalarse en la tribuna de honor ubicada sobre el lugar Barbilla II. Desde all�, los Duques y el Gran Duque heredero siguieron la alborada de la M�sica militar y el popular desfile con antorchas animado por las numerosas asociaciones de la ciudad. El festejo se cerr� con fuegos artificiales sobre el puente Adolphe. 

Al d�a siguiente, jueves, d�a de la fiesta nacional, el ej�rcito y la polic�a del Gran Ducado se presentaron para la toma de armas en la avenida de la Libertad, que se coloc� bajo la orden del teniente coronel Gaston Reinig, comandante del Centro militar de Diekirch. La participaci�n internacional en la toma de armas de Luxemburgo corri� a cargo del regimiento de artiller�a de Bastogne, por ser el sesenta aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial.  

El traslado motorizado de la polic�a del Gran Ducado comprendi�, por su parte, a una delegaci�n de las polic�as belga y neerlandesa con el fin de senalar las buenas relaciones en el marco de la cooperaci�n del Benelux. El Gran Duque y el Gran Duque heredero, que lucieron uniforme militar de gala, as� como el jefe de Estado Mayor del ej�rcito, Nico Ries, y el comandante del Centro militar de Diekirch, Gaston Reinig, procedieron a examinar a las tropas antes de tomar parte en el solemne Tedeum que se celebr� en la catedral Notre Dame de Luxemburgo. Un acto que se desarroll� en presencia de los miembros de la Duques y su familia, de los miembros de la gran casa ducal y del Gobierno, diputados y otros cuerpos constituidos, as� como del cuerpo diplom�tico acreditado ante el Jefe de Estado luxemburgu�s. 

El tiro de honor, formado por 101 golpes de can�n, cerr� las festividades oficiales de la fiesta nacional de este ano.

 

 

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