Don
Felipe y Dona Letizia celebran el viernes, 22 de mayo, el V aniversario de
su enlace matrimonial, una fecha hist�rica para una de las bodas m�s
esperadas, porque muchas voces reclamaban desde hac�a tiempo que el
Pr�ncipe, que entonces ten�a 36 anos, deb�a casarse y asegurar la
continuidad de la Monarqu�a. Iban a dar las doce del mediod�a, hora fijada
para la ceremonia religiosa a cargo del cardenal Antonio Mar�a Rouco Varela,
cuando con los 1.700 invitados dentro de la catedral de la Almudena,
incluida la Familia Real, y a falta de que hiciese su entrada la novia, el
gris plomizo del cielo de esa manana madrilena cumpli� su amenaza y comenz�
a llover.
Dona Letizia esper� m�s de quince minutos y al final opt� por
utilizar el Rolls Royce que la traslad� a las puertas de la catedral, en
cuyo interior y ante el altar le esperaba el Pr�ncipe de Asturias, que la
recibi� con una amplia sonrisa. Fue all� donde se pudo apreciar el vestido
que hab�a realizado Pertegaz para la novia de la primera boda de un Pr�ncipe
heredero celebrada en Madrid en 97 anos. En 1906 se hab�a casado en la
capital Alfonso XIII, siendo ya rey.
La Familia Real, incluido el Pr�ncipe - vestido con el uniforme de
gran etiqueta del Ej�rcito de Tierra- hab�an recibido ya las muestras de
carino del p�blico cuando el cortejo, que cerraron Don Felipe y la Reina, la
madrina, se traslad� a pie desde el Palacio Real hasta el templo madrileno
para aguardar la llegada de la novia. Dona Letizia no pudo o�r hasta que
termin� el oficio religioso c�mo le demostraban su afecto los ciudadanos que
desde primera hora del d�a estaban en la calle.
Los
novios, convertidos ya en marido y mujer, cumplieron con la tradici�n de la
Familia Real espanola y se desplazaron hasta la Bas�lica de Nuestra Senora
de Atocha -el mismo lugar en el que luego ofrecer�an a la virgen a sus dos
hijas, las Infantas Leonor y Sof�a- para depositar ante la imagen el ramo de
la desposada. De vuelta a Palacio, y con la Banda de Gaitas de Oviedo
-ciudad natal de Dona Letizia- interpretando la melod�a compuesta
expresamente para ese d�a, el sol resplandeci� por fin en Madrid.
Millones de personas en todo el mundo siguieron por televisi�n la
ceremonia a la que asistieron representantes de m�s de cuarenta casas
reales, jefes de Estado y de Gobierno, el ejecutivo espanol y las altas
autoridades del Estado. Los miles de madrilenos y visitantes que hab�an
esperado durante horas para verles en los alrededores del Palacio y de la
catedral pudieron ser testigos ese 22 de mayo de 2004 del t�mido beso que
los novios se dieron en uno de los balcones que dan a la plaza de Oriente,
cuando salieron a saludar.
En el interior del edificio, especialmente habilitado para acoger a
tantos invitados, se celebr� el banquete nupcial y fue entonces cuando el
Rey se dirigi� a los novios para pedirles que pensasen siempre en Espana y
dedicasen, con amor y devoci�n, lo mejor de sus esfuerzos a los espanoles.
Don Felipe recogi� el guante y asegur� que era un hombre feliz y que el
servicio a los espanoles era el gran reto personal e institucional con el
que Letizia y �l iniciaban una nueva etapa en su vida.
El noviazgo del Pr�ncipe con Letizia Ortiz fue uno de los secretos
mejor guardados en este pa�s. Nadie, aparentemente, sab�a nada hasta apenas
dos d�as antes de que la Casa del Rey anunciara oficialmente el compromiso
el 1 de noviembre de 2003. A partir de esa fecha los actos se sucedieron
r�pidamente. Dos d�as despu�s el Pr�ncipe y su prometida se presentaron
juntos por primera vez ante la prensa. Esa misma tarde fueron a su primer
acto p�blico y tres jornadas despu�s tuvo lugar la petici�n de mano en el
Palacio de El Pardo.
La vida de Dona Letizia cambi� radicalmente desde que se conoci� el
noviazgo -traslad� su residencia al Palacio de la Zarzuela- y el r�pido
aprendizaje de c�mo ser princesa se aceler� con los atentados del 11 de
marzo, en el que 190 personas perdieron la vida y casi 2.000 resultaron
heridas. La novia del Heredero de la Corona se sum� a la Familia Real para
consolar a los familiares de las v�ctimas. Adem�s, y en senal de respeto a
los fallecidos en la masacre, en el festejo de la boda no hubo baile
oficial.
(EFE) |