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La
Familia Real al completo, encabezada por el Rey, ha acudido hoy a la
comuni�n de Juan y Pablo Urdangar�n y Borb�n, que se ha celebrado esta tarde
en la iglesia de los Capuchinos de Sarri�, Barcelona. Al acabar la
ceremonia, la Familia Real ha salido por la sacrist�a y ha posado ante los
fot�grafos poco antes de las siete de la tarde.
La an�cdota de la foto de familia ha sido que la hija menor de los
Pr�ncipes de Asturias, la infanta Sof�a, ha intentando varias veces
escaparse del cuadro familiar y ha dificultado, si bien de manera divertida,
la labor de los fot�grafos. Los otros ninos que han asistido a la comuni�n
han recibido un pequeno obsequio a modo de recordatorio, consistente en un
sencillo equipo de material de dibujo, con una libreta, una regla y un
l�piz.
La comuni�n de los hijos de los Duques de Palma, Cristina de Borb�n e
Inaki Urdangar�n, ha reunido en Barcelona a los Reyes, Don Juan Carlos y
Dona Sof�a; a los Pr�ncipes de Asturias, Don Felipe y Dona Letizia; a sus
hijas, las Infantas Leonor y Sof�a; a la Infanta Elena y sus hijos, y a
Alexia de Grecia, entre otras personalidades.
Cristina de Borb�n e Inaki Urdangar�n residen en este momento en la
capital catalana y pr�ximamente tiene previsto trasladar su domicilio a los
Estados Unidos.
Por otra parte,
la nieta mayor de los
Reyes, Victoria Federica Marichalar y Borb�n, tambi�n recibi� esta semana la
Primera Comuni�n junto a veinte companeros de su colegio, San Patricio, en
una ceremonia religiosa a la que han asistido Don Juan Carlos y Dona Sof�a.
La administraci�n del
Sacramento se ha llevado a cabo en un acto reservado para las familias de
los ninos en la iglesia de San Pedro M�rtir del teologado de los Padres
Dominicos de Alcobendas (Madrid), donde Victoria Federica entr� junto a su
hermano, Felipe Juan Froil�n, de la mano de su madre, la Infanta Elena,
mientras Jaime de Marichalar y la abuela paterna, Concepci�n S�enz de
Tejada, que llegaron minutos antes, saludaban a familiares de otros ninos.
Numerosos informadores
gr�ficos aguardaban ante la iglesia para captar im�genes de los asistentes a
esta ceremonia religiosa, la primera en la que ten�an ocasi�n de fotografiar
juntos a Dona Elena y Jaime de Marichalar desde que se anunci� en noviembre
de 2007 el cese temporal de su convivencia matrimonial.
Poco despu�s llegaron
los Duques de Palma de Mallorca con sus dos hijos mayores, Juan Valent�n y
Pablo Nicol�s, a quienes se acerc� a saludar su primo Felipe mientras Dona
Elena atend�a dentro del templo a su hija en los preparativos de la
ceremonia, y los Reyes acudieron a la iglesia minutos antes de que diera
comienzo el acto religioso.
Al t�rmino de la
ceremonia, que ha durado algo menos de una hora, Victoria Federica ha
abandonado el templo de la mano de Dona Elena y su hermano Felipe de la mano
de Dona Sof�a, antes de posar para una foto de grupo a la entrada de la
iglesia junto a Don Juan Carlos, Jaime de Marichalar, la abuela paterna de
los ninos, sus primos Juan y Pablo y sus t�os los Duques de Palma.
Victoria reflejaba la
ilusi�n con que vivi� la ceremonia en una sonrisa que ha mantenido ante las
c�maras, flanqueada por el Rey y Dona Elena, mientras su hermano posaba
entre Jaime de Marichalar y Dona Sof�a tambi�n sonriente, aunque sin ocultar
sus prisas por dejar de estar inm�vil.
Felipe de Marichalar y
Borb�n hab�a recibido la Primera Comuni�n hace dos anos en esa misma
iglesia, una de las obras maestras de la arquitectura religiosa espanola del
siglo XX, disenada por Miguel Fisac, donde su hermana era hoy la
protagonista junto con otras 11 ninas y nueve ninos.
Todos ellos ocuparon los
tres bancos de la primera fila del templo, mientras que los Reyes, Dona
Elena, Jaime de Marichalar y su madre, Concepci�n S�enz de Tejada -condesa
viuda de Ripalda- ocuparon la fila inmediatamente posterior. La visita
oficial a Colombia que realizan estos d�as los Pr�ncipes de Asturias ha
impedido a Don Felipe estar presente en la Primera Comuni�n de Victoria, de
la que es padrino, pero s� ha acudido a la iglesia la madrina, su t�a Ana de
Marichalar.
Victoria Federica, que
cumplir� nueve anos el 9 de septiembre, vest�a el traje tradicional para
recibir la Eucaristia, de organza con jaretas, mientras que los ninos
llevaban un traje de marinero. Seg�n testimonios de algunos padres, el
centro educativo exige la mayor austeridad para este acto religioso, por lo
que impide a los familiares tomar fotos dentro de la iglesia, donde las
ninas entran con las manos juntas mirando hacia arriba y los ninos con los
brazos cruzados, sin misales o cualquier otra cosa que pueda distraer su
atenci�n durante la ceremonia.
(EFE) |