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La nobleza pide amparo al Rey

- La Ley 33/2006 sobre igualdad del hombre y la mujer en el orden de sucesi�n de los t�tulos nobiliarios est� provocando numerosos pleitos judiciales entre las familias nobles por el car�cter retroactivo de la norma

 

 [6 de julio de 2009]

 

Seg�n informa El Confidencial, m�s de 200 nobles espanoles, entre ellos algunos de los t�tulos de m�s lustre de nuestro elenco nobiliario –60 de los cuales son  Grandes de Espana-, han dirigido una carta colectiva a S.M. el Rey Juan Carlos para solicitar su amparo ante la crisis provocada por la aplicaci�n de la Ley 33/2006, �sobre igualdad del hombre y la mujer en el orden de sucesi�n de los t�tulos nobiliarios�, Ley que est� provocando numerosos pleitos judiciales entre otras tantas familias cuyos t�tulos han sido tradicionalmente heredados por el primer hijo var�n, en detrimento de la descendencia femenina de mayor edad.

Esta ins�lita rebeli�n a bordo de parte importante de la nobleza espanola no va dirigida contra la ley propiamente dicha, sino contra sus efectos retroactivos, retroactividad tras la que, seg�n opini�n generalizada, se esconden las aspiraciones de Agatha Ruiz de la Prada y Sentmenat a alcanzar el marquesado de Castelldorius y la baron�a de Santa Pau, que en la actualidad disputa en los tribunales a su t�o, Carlos de Sentmenat y Urruela, y tambi�n de su pareja, el periodista Pedro Jos� Ram�rez, que ha sido capaz de poner de acuerdo a PP y PSOE en un asunto que afecta a menos de 2.500 familias espanolas.

�Los abajo firmantes�, senala la misiva dirigida al Rey Juan Carlos a finales de junio, �tienen el honor de exponer a V.M. la grave preocupaci�n motivada por la aprobaci�n de la Ley 33/2006 que modifica con car�cter retroactivo las cl�usulas sucesorias de las Cartas de Concesi�n, mayorazgos y legislaci�n supletoria vigente en el otorgamiento de las Mercedes Nobiliarias�.

Entre los firmantes, los titulares de los ducados de Amalfi, Aveiro, Feria, Infantado, Montellano, N�jera, Veragua, Riansares, etc. y condados como el de Bilbao, Floridablanca, Gaitanes, Los Andes, Romanones, etc., marquesados, senor�os y baron�as, en una lista que no cesa de engordar. 

La ra�z del pleito reside en el Art. 14 de la Constituci�n de 1978, que senala que �Los espanoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminaci�n alguna por raz�n de nacimiento, raza, sexo, religi�n, opini�n o cualquier otra condici�n o circunstancia personal o social�. A partir de ese Art. 14, algunas mujeres, hijas de nobles que vieron como un hermano var�n m�s pequeno heredaba el t�tulo de acuerdo con las viejas normas, decidieron pleitear: La esencia del planteamiento jur�dico de las demandantes es siempre la misma:  en la transmisi�n de t�tulos nobiliarios se est�n violando derechos fundamentales.

Pero, tras algunos fallos del Supremo que parecen darles la raz�n, El Tribunal Constitucional entra en escena con un par de sentencias (27/1982 y 126/1997) que zanjan la cuesti�n sentando el principio de que los t�tulos nobiliarios s�lo tienen un car�cter simb�lico, constituyendo un nomen honoris, carente de cualquier significado material ni de otra trascendencia jur�dica que no sea la puramente honor�fica, por lo que no puedan tener la consideraci�n de derechos fundamentales. �Los derechos honor�ficos no son derechos fundamentales�, dice el TC.

 

Los derechos honor�ficos no son derechos fundamentales

Algunas demandantes llevaron el pleito hasta el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, donde tambi�n perdieron (Noviembre de 1999). Hasta que se llega a la ley 33/2006, de 30 de octubre, tildada por muchos nobles de �ley Agatha�. PP y PSOE se ponen de acuerdo para acabar con siete siglos de preferencia del var�n. La norma cuenta con solo dos art�culos, el primero de los cuales dice textualmente que �El hombre y la mujer tienen igual derecho a suceder en las Grandezas de Espana y t�tulos nobiliarios, sin que pueda preferirse a las personas por raz�n de su sexo en el orden regular de llamamientos�.

El esc�ndalo llega, sin embargo, en la disposici�n transitoria �nica, donde, a cuenta de las presiones de personas muy concretas, se establece la retroactividad de la ley a 27 de julio de 2005, que es cuando se present� el texto como proposici�n, y ello para que un grupito de senoras influyentes, con maridos poderosos, pudieran subirse al carro de la nueva norma, caso de Isabel Hoyos Mart�nez de Irujo (ducado de Almod�var del R�o), casada con Jaime Carvajal y Urquijo; caso de Ana Gamazo (marquesado de Soto de Aller), casada con Juan Abell�; caso de Natalia Figueroa (Santo Floro), y, por encima de todas, la ya citada Agatha Ruiz de la Prada. 

�No podemos entender�, prosigue la carta al Rey, �que despu�s de una sentencia [dos, en realidad] del Tribunal Constitucional que zanjaba la cuesti�n, una resoluci�n de Naciones Unidas y un acuerdo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, coincidentes  plenamente con la doctrina del Consejo de Estado y, hasta ahora, de la Diputaci�n de la Grandeza, las Cartas de Concesi�n se vean modificadas por una Ley �ad personam� cuyo articulado y disposici�n transitoria favorezcan la posici�n de unos pocos en unos contencioso nobiliarios muy concretos�.

 

Divisi�n en la Diputaci�n de la Grandeza

Los firmantes de la misiva real, que se han agrupado en una nueva �Asociaci�n Nobiliaria Espanola� al margen de la tradicional Diputaci�n de la Grandeza –hoy dividida a cuenta de este pleito-, no propugnan, por eso, la anulaci�n de la Ley 33/2006, sino que pretenden combatir el car�cter retroactivo de la misma al proyectarse sobre t�tulos nobiliarios concedidos con anterioridad a su entrada en vigor.

Lo parad�jico de esta Ley es que va a perjudicar a tantas mujeres como a las que va a beneficiar. En efecto, se van a ver privadas del derecho a usar el t�tulo tanto las consortes de los hombres que ser�an considerados sucesores seg�n la anterior legislaci�n, como las mujeres que detentan sus derechos a trav�s de l�nea masculina. No hay que olvidar que, conforme al sistema tradicional de sucesi�n, un buen n�mero de los t�tulos m�s representativos de la tradici�n hist�rica estaban actualmente en manos de mujeres (Medinaceli, Alba, Osuna, Medina Sidonia).

Los firmantes de la carta al Rey aseguran que la Ley �ha creado una grave situaci�n conflictiva en el seno de las familias con t�tulos nobiliarios, ya que se ha relegado en sus derechos de inmediatos sucesores a aquellos que han nacido antes de la entrada en vigor  de la Ley 33/2006. El c�lculo aproximado cifra el n�mero de afectados en 1.100 casos, en su mayor�a personas que han vivido muchos anos como inmediatos sucesores�. (PROTOCOLODIGITAL.ES)

 

 

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