Historia de la etiqueta y del protocolo

Facebook
Twitter
LinkedIn

Cuando hablamos de protocolo nos referimos a ese conjunto de disposiciones y normas que permiten que los seres humanos sepan cómo relacionarse a nivel social y/o profesional en actos formales y oficiales. Esto hace que existan a su vez distintos tipos de protocolo (deportivo, religioso, militar, etc.), con normas y tradiciones protocolarias distintas adaptadas a cada entorno y situación.

Dicho de otra forma, el protocolo es la normativa recogida e implantada para normalizar las relaciones entre instituciones y personas, o para saber cómo desarrollar un acto por los cauces adecuados, en el cual vayan a producirse interacciones sociales.

Pero además de esto, otro de los elementos importantes que ayudan a los seres humanos a saber cómo comportarse y proceder es el de la “etiqueta”, término procedente del francés que comprende los diferentes usos y costumbres existentes para hacer que la vida sea más sencilla a través de regulaciones de la conducta personal.

Entonces, dicho esto, ¿son lo mismo la etiqueta y el protocolo? ¿Cuál es el origen de cada uno? Aunque ambos términos hacen alusión a las normas de comportamiento, no son exactamente lo mismo ni tienen el mismo origen histórico, por lo que detengámonos para hacer un recorrido por nuestro pasado y conocer con más exactitud de dónde proceden estos términos tan importantes.

Origen de la etiqueta y el protocolo

Desde que el ser humano, en la prehistoria, comenzó a dejar de ser nómada para asentarse en pequeños núcleos poblacionales, comenzó también la necesidad de tener unas determinadas costumbres y códigos de comportamiento. Los clanes, las tribus, las primeras ciudades… poco a poco la vida del ser humano iba precisando de un mayor número de reglas y normas de obligado cumplimiento para el mantenimiento del orden social.

Convivir y permanecer en grupos sedentarizados requería de unas normas de convivencia más estrictas que las que requería el nomadismo anterior, lo que también hizo proliferar el surgimiento de la etiqueta (que regulaba los actos y conductas de tipo personal e individual) o los actos de mayor rigurosidad y envergadura, como los ceremoniales, los rituales o los religiosos, que pronto necesitaron estar organizados por personajes muy concretos como los maestros de ceremonias o los chamanes, poseedores de esos primeros códigos de conducta y guías de urbanidad.

Los primeros códigos

Reglas de etiqueta y protocolo en la historia _

En este sentido, se cree que esos primeros códigos de conducta probablemente existieran desde unos 5.000 años antes de Cristo, al calor de las primeras poblaciones, siendo el llamado “Código de Hammurabi” una de las primeras manifestaciones escritas de protocolo conservadas, de unos 3.750 años a.C. de antigüedad.

Hammurabi, que había sido uno de los reyes más importantes de Babilonia en el siglo XVIII antes de Cristo, durante su mandato ordenó la transcripción en piedra de cómo actuar y comportarse a nivel social, económico e incluso moral en forma de 282 leyes, al igual que sucedería con Ptahotep, un ministro del faraón Dyedkara Isesi, que sería el encargado de escribir el primer manual o código de conducta del antiguo Egipto.

Así, con el paso del tiempo, etiqueta y protocolo se iban solapando hasta el punto de parecer sinónimos, aunque lo cierto es que la etiqueta es algo mucho más global y estandarizado entre los pueblos (pudiendo variar aun así entre territorios y épocas), pues se entiende desde nuestro pasado más remoto que el buen comportamiento debe primar donde quiera que vayamos, siendo por su parte el protocolo algo mucho más acotado, referente a determinados actos oficiales y bajo la particularidad y normativa de cada territorio.

Reglas de etiqueta y protocolo en la historia

La antropología, la historia y la sociología son las disciplinas que nos informan acerca de cómo se fueron desarrollando e instaurando en la humanidad los conceptos de etiqueta y protocolo, así como de sus reglas o de las diferencias de estos entre unas culturas y otras. Y es que era la necesidad de aprender a convivir, con la llegada del sedentarismo, y de hacerlo en armonía, la que produjo la aparición del mundo protocolario y de todo lo relativo a él.

Por esa misma razón las normas de protocolo fueron unos de los primeros documentos escritos con reglas tan concretas como las del Código de Hammurabi, que ya informaba acerca de los actos de coronación de los reyes de Babilonia y de cómo debían desarrollarse; las precedencias de los grupos sociales y autoridades; la necesidad del respeto y la cortesía o la importancia de la etiqueta y la ceremonia para la prosperidad y la paz.

Del mismo modo, en Egipto se recogieron enseñanzas y normas para la realización de ritos y ceremonias, llegando incluso a existir una figura profesional que recibía el nombre de “ritualista jefe” y que era la persona encargada de que dichos actos se desarrollaran correctamente.

Otros datos interesantes sobre la existencia de la etiqueta y el protocolo ceremonial en los inicios de la historia son:

  • Referencias en la Biblia acerca de los invitados, los anfitriones o los invitados de honor en actos.
  • Establecimiento por parte de la antigua Grecia de leyes protocolarias concretas, reuniones en torno a comidas y banquetes o rituales funerarios como los velatorios.
  • Realización en Roma de ceremonias en torno al nacimiento de los niños, como el “dies lustricus” en el que se determinaba el nombre del recién nacido, comida también abundante en actos políticos y sociales (con maestros de ceremonias encargados de la etiqueta de los asistentes) o diferentes propuestas y reglas de urbanidad.
  • Incorporación en la Edad Media de distintos códigos para el reforzamiento del protocolo ceremonial, como la adopción por parte de los ingleses del modelo de caballería francés gracias a Ricardo Corazón de León, o la tradición gala de comer sentado en torno a una mesa, hábito que terminaría incorporando poco a poco el uso de los utensilios o cubiertos en detrimento de las propias manos (el tenedor, por ejemplo, surgiría en el siglo XVI), aunque al principio dichos cubiertos no estuvieron pensados para el uso individual, sino para ir de mano en mano entre comensales.
  • Auge de la cortesía y de las reglas de etiqueta y protocolo en el Siglo de Oro, con la adopción de prendas de vestir como los cuellos y gorgueras, los escarpines de Holanda, fórmulas de respeto como “vuesa merced” o el surgimiento de las grandes cortes europeas con códigos y reglas de civismo que llegan hasta nuestros días, con la corte de Versalles como uno de los máximos exponentes.

¿Dónde nació el protocolo ceremonial?

Como decíamos, el protocolo, a diferencia de la etiqueta, se refiere a todo el conjunto de normas y regulaciones necesarias para el desarrollo de actos oficiales que necesitan de toda una serie de formalidades y pautas ceremoniales para su adecuada ejecución, motivo por el que, con el tiempo, surgió el llamado “protocolo ceremonial” propiamente dicho.

Así, el ceremonial nos da una serie de pautas para saber cuál debe ser la guía y el orden en un acto solemne o formal, por lo que es uno de los primeros conceptos que pusieron en práctica nuestros antepasados, pues ya se celebraban en la prehistoria ceremonias y actos formales de adoración al sol o de distintas peticiones a los dioses o sacrificios para el buen funcionamiento de las cosechas y de la vida en general.

Es decir, que todos los pueblos que iban surgiendo y asentándose, como comentábamos, iban teniendo sus distintos rituales y ceremonias, incluso cuando todavía no se habían establecido unas reglas concretas de etiqueta y de protocolo. Aquellas ceremonias iban dando forma a las tradiciones de cada pueblo y, cuando se fueron haciendo permanentes y ganando en complejidad, se fueron regulando por escrito dando origen al protocolo y a la etiqueta.

  • El protocolo ceremonial en la antigüedad clásica

La palabra ceremonial procede de la palabra latina “ceremonia”, que hacía alusión a los actos religiosos de la antigüedad y a los gestos de veneración que los humanos dedicaron desde el principio de los tiempos a diferentes deidades. Por ejemplo, los egipcios fueron ya una civilización con un fuerte carácter ceremonial, pues entremezclaban el estado y la religión en todos sus actos al ser el faraón considerado mitad dios-mitad rey.
Lo mismo ocurrió en China o en la cultura cristiana con respecto a la presencia de la religión en lo ceremonial, pues era el centro de todo, e incluso sus normas terminarían trasladándose a la población para el ordenamiento de la sociedad y de la vida.

  • El protocolo ceremonial en la Edad Media y Moderna

Pero si queremos volver a ese pasado en el que el ceremonial se desarrolló de una manera más profusa y acorde a lo que entendemos hoy como “protocolo ceremonial”, debemos viajar hasta la Edad Media, siendo las coronaciones de la monarquía los eventos de tipo ceremonial más característicos del momento, que darían pie al posterior “ceremonial de tipo palatino”. Más tarde, durante la Edad Moderna, las ceremonias se fueron volviendo aún más importantes, auspiciadas también por la religión, para enviar un mensaje de poder, fuerza y riqueza a los nuevos territorios conquistados, profesionalizándose también más la etiqueta con pautas nuevas sobre la conversación en la mesa o el uso de los cubiertos.
De esta época son también los primeros libros de protocolo ceremonial, como el del escritor y diplomático italiano Baltasar Castiglione llamado “El cortesano” (1528), donde se registraron las primeras bases de etiqueta y protocolo destinadas a la aristocracia. Castiglione consideraba que el dinero y el poder no bastaban por más noble que uno fuera, y que era necesaria también la cultura y el saber siempre cómo comportarse. Idea que se englobaba dentro del llamado “Pensamiento Humanista” de eruditos de la talla de Erasmo de Rotterdam, que favorecieron una nueva forma de ser y de comportarse, la del “gentil hombre”: refinado, europeo y mucho más cortés.

El protocolo a lo largo de la historia

El protocolo a lo largo de la historia

Fue durante la Edad Moderna, por tanto, cuando comenzaron a asentarse formalmente las bases actuales del protocolo y del protocolo ceremonial, siendo entre el siglo XVIII y el XX el momento en el que se fueron acordando toda una serie de normas protocolarias básicas ya a nivel europeo, coincidiendo con el aumento de los conflictos y los eventos y acuerdos oficiales entre países.

Como prueba de ello, en la Edad Moderna se produjeron avances como los siguientes:

  • Surgimiento de la idea del lujo y del refinamiento.
  • Aparición de coches y carruajes con férreas normativas.
  • Nacimiento de la “sociedad de corte” y de los buenos modales.
  • Creación de manuales de protocolo de reputados humanistas.
  • Importantes reglas de urbanidad y de modales en la mesa, con predisposición a la moderación en lugar de a la abundancia y al exceso medieval.

La llegada de la Edad Contemporánea, tras el triunfo de la Revolución Francesa, inició un desarrollo profundo de la educación, con un nuevo aumento del interés por los buenos modales y el refinamiento, así como por la buena urbanidad de los niños, a los que hasta entonces apenas se había contemplado socialmente.
Del mismo modo, también creció el interés por una mayor uniformidad en las reglas del protocolo, buscándose acuerdos incluso entre países. Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial dichos acuerdos entre países se volverían todavía más cruciales, formalizándose el protocolo internacional tal y como lo conocemos en 1975.

Explora más artículos

estudiar para aprobar

Cómo estudiar para aprobar

Estudiar es el primer trabajo por el que todos tenemos que pasar. Hay exámenes de tránsito, que son simples controles para recordar

búsqueda de empleo

La búsqueda de empleo saludable

Encontrar tu primer trabajo siempre es difícil. Durante tus estudios, este es un proceso sencillo o que no nos suele preocupar. No

turismo mice

¿Qué es el turismo MICE?

¿Qué es el turismo MICE? MICE proviene del acrónimo en inglés de las palabras: Meeting Incentives Congresses /Conventions / Conferences Exhibitions /

Solicita Información