La búsqueda de empleo saludable

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Encontrar tu primer trabajo siempre es difícil. Durante tus estudios, este es un proceso sencillo o que no nos suele preocupar. No obstante, una vez que terminamos, nos enfrentamos con el gran desafío que es encontrar nuestro primer trabajo y nuestra primera experiencia en la búsqueda de un empleo en el mercado laboral.

La búsqueda de un empleo deseado es un proceso largo y tortuoso al que todos nos hemos enfrentado o nos tenemos que enfrentar alguna vez.

Durante este proceso, y sobre todo nuestra primera vez, pasamos por varios estados emocionales que nos pueden llevar desde una gran alegría, una profunda tristeza, o una gran desilusión. Estas pueden llevarnos a facilitar, o entorpecer en la mayoría de los casos. Llevar a tomar decisiones no del todo acertadas, ya suelen hacernos ver de manera más intensa este proceso, y por ello, hasta conseguir tener éxito en nuestro objetivo final, deberemos aprender a identificar las emociones y sus consecuencias y a saber gestionarlas para que no influyan tanto en el proceso ya de por sí difícil, de la búsqueda de trabajo.

No solo deberemos adaptar nuestras emociones a este proceso, si no que deberemos adaptar nuestra conducta. En muchas ocasiones, estas emociones nos llevan a tomar conductas obsesivas hacia la búsqueda de empleo, de forma que hasta que no conseguimos nuestro objetivo, no paramos de realizar estas conductas, convirtiéndose en hábitos recurrentes que pueden interferir con nuestras emociones, y con esto con nuestra calidad de vida diaria.

Debido a que la búsqueda de empleo es un proceso al que siempre nos tendremos que enfrentar, si no una, varias veces, es importante tener recursos para hacerlo de forma sana, y que no interfiera de manera negativa en nuestra salud, tanto física como emocional. Para esto, os daremos una serie de consejos:

  • Ten objetivos claros:

A menudo, la búsqueda de empleo sin objetivos claros nos puede llegar a ser frustrante, ya que aplicamos a ofertas de empleo que difícilmente encajan con nuestro perfil y a las que accedemos sin demasiada convicción, sólo por el hecho de que nos den una respuesta afirmativa.

Sin embargo, si no encajamos esto no suele ocurrir, por lo que recibiremos más respuestas negativas, que nos harán frustrarnos más, y  entrar en un círculo vicioso. Para evitar esto, debemos tener objetivos claros de hacia dónde queremos dirigirnos, actuar en consecuencia, y no dejar que la frustración nos guia a aplicar a cualquier empleo con tal de conseguir ese ansiado “SÍ”.

Muchas veces pensamos que tenemos nuestros objetivos claros, pero no sabemos materializarlos en la búsqueda de empleo.

Para aclarar cuáles son nuestros objetivos, deberemos hacer una búsqueda primaria, en la que buceamos en el mercado laboral y poco a poco buscaremos cuáles son nuestros objetivos de una manera objetiva y realista, y sabremos darles nombre al puesto que queremos conseguir de la forma que se le nombra en el mercado laboral.

En resumen, es importante para analizar la situación del mercado laboral, para poder localizar nuestros objetivos en este, y compararlos para ver si son realistas y posibles.

  • Conoce tus puntos fuertes y débiles:

Durante el proceso de búsqueda de empleo, tendremos que afrontar diferentes situaciones tanto positivas como negativas. Para no dejarnos influenciar por ninguna de estas demasiado, tendremos que tener en cuenta nuestras virtudes y nuestros defectos. El autoconocimiento de estos aspectos puede hacer que podamos hacer frente de una mejor manera, con más preparación, de estas etapas a superar hasta encontrar un empleo.

Hay distintas maneras de poder conocernos a nosotros mismos:

  • El primer recurso que se nos suele ocurrir es el de la autoreflexión. Dedicar parte de nuestro tiempo a reflexionar cómo somos y qué virtudes y defectos nos caracterizan. Sin embargo, este método tiene sus fallos. A veces no somos capaces de ver nuestros defectos o amortiguamos nuestras virtudes, por lo que existen otros métodos para asegurarnos que efectivamente tenemos estas características.
  • Otra recursos al que acudir es usar el método DAFO. Estas iniciales se identifican domo: D-Debilidades (Defectos propios de nuestra persona), A-Amenazas (Factores negativos propios de nuestro ambiente), F-Fortalezas (Virtudes de nuestra persona) O-Oportunidades (Factores positivos provienen de nuestro ambiente).
  • El último recurso es preguntar a personas cercanas de nuestro entorno. Aunque al principio les puede costar contarnos cómo nos ven desde el exterior, sobre todo en los aspectos negativos, al ser personas de confianza podremos convencerles para que se expresen y sepamos sin engañarnos, como las personas de nuestro entorno nos ven, para conocernos un poco más.
  • Prepara una estrategia:

Como siempre decimos, la búsqueda de empleo es un empleo en sí mismo, por lo que deberemos definir una estrategia para sobrellevarlo. De esta manera, no nos inundara el sentimiento de que existen tantas variables y hay demasiado trabajo que nos sobrepase. Es importante también realizar un calendario y atenernos a ello de forma muy rigurosa, ya que un trabajo con horario a cualquier hora del día puede quemar a cualquiera.

Una vez que sepamos nuestros objetivos y las condiciones tanto propias como externas que les rodea, deberemos preparar un calendario para seguir la estrategia que tengamos dependiendo del objetivo.

Con la calendarización conseguiremos tener los objetivos a corto, medio y largo plazo localizados en el tiempo, y completar poco a poco estos objetivos nos hará sentirnos realizados, evitaremos la frustración de tener objetivos muy difuminados en el tiempo, y además podremos respetar los tiempos de descanso que hayamos establecidos, ya que esta calendarización tiene que ser diaria, semanal, y si llegaramos a ello, mensual (objetivos a corto, medio y largo plazo).

  • Gestión emocional:

Como hemos comentado, los resultados negativos pueden afectar a nuestras emociones, así como a nuestra conducta y motivación. Es importante tener herramientas para saber gestionar nuestras emociones, identificarlas y saber regularlas y afrontarlas para que estas no influyan en el resto de aspectos importantes para la búsqueda de empleo.

Las emociones son uno de los aspectos más difíciles y a la vez más importantes de controlar. Existen una serie de técnicas que nos facilitaran regular y gestionar nuestras emociones cuando estas nos impidan seguir luchando por nuestros objetivos laborales. A continuación expondremos las más conocidas:

Positivismo: Muchas veces, las emociones negativas son tan “fáciles” de controlar como recurrir a nuestro lenguaje y cambiarlo. Identificando nuestro lenguaje más negativo y poco a poco, convertirlo por el lenguaje positivo, tendrá efecto en nuestras emociones y estas serán más positivas. Deberemos de cambiar el “no” por el “si”.

También podremos centrarnos directamente en los pensamientos e identificar los más negativos que tengamos, para convertirlos en positivos. Para este método es muy útil recurrir a la escritura y apuntar en una libreta los pensamientos negativos que detectemos y escribir al lado un equivalente positivo, de manera que en cuanto nos venga a la cabeza el primero, podamos sustituirlo por el segundo.

Detención de pensamiento: Para usar esta técnica también es importante identificar los pensamientos negativos. Una vez identificados y en el momento previo, durante, o en el momento inmediatamente posterior a que aparezcan, deberemos darnos a nosotros mismos órdenes rotundas como ¡Ya! ¡Para! ¡Basta!. Con este mantra, haremos un reinicio del pensamiento y podremos cambiar estos pensamientos, por otros más positivos.

Ensayo Mental: Muchas veces la imaginación es un enemigo, ya que por ella imaginamos los resultados más desastrosos en nuestro camino. Sin embargo, podemos convertirla en nuestra aliada. Cuando las emociones nos desborden, podemos probar a imaginar la misma situación, solo que esta vez el resultado conseguido es justo el que queremos, en la que todos los pasos a dar tienen un resultado fantástico, y en el que finalmente llegamos a nuestro objetivo. Usando recurrentemente esta técnica, conseguiremos dar la vuelta a nuestros pensamientos y controlar nuestras emociones.

Respiración profunda: Con esta técnica de relajación, conseguiremos relajarnos y controlar nuestras emociones. Para practicar este método, deberemos estar en un lugar cómodo. Deberemos inspirar durante 4 segundos, dirigiendo el aire a la parte baja de los pulmones, el abdomen, a través de la nariz. Pasados estos 4 segundos, deberemos retener el aire durante 5 segundos, y después exhalar por la boca durante 7 segundos, vaciando nuestros pulmones.

La idea es repetir este proceso durante unos minutos, hasta que creamos conveniente que estamos en un estado más relajado. Esta técnica no es sencilla en un comienzo, pero poco a poco podremos coger práctica de forma que será cada día más fácil.

Piensa en el futuro inmediato: Muchas veces, nuestras emociones negativas se disparan cuando pensamos en objetivos a largo plazo que aún no vemos posible que podamos llegar a ello. Esta incapacidad de conseguirlos, hace que nos metamos en un bucle de emociones negativas. Para ello, debemos centrar nuestros pensamientos en pensar en nuestro futuro más cercano, en nuestros objetivos a corto plazo, y no mirar a los objetivos más lejanos, ya que estos llegarán según cumplamos los objetivos más cercanos.

Despeja la mente: Muchas veces, necesitaremos de una distracción para evitar estas malas emociones. El descanso es necesario, y si hemos entrado en un bucle de emociones negativas, conviene tomarnos nuestro tiempo y dedicar tiempo a nosotros y nuestros hobbies.

  • Busca motivarte:

La búsqueda de empleo es un trabajo duro, en el que no veremos los resultados inmediatos, y en el que es muy fácil desanimarse y no encontrar razones para seguir buscando el empleo que nos motiva y conformarnos. Debemos despertarnos cada mañana y pensar en aquello por lo que estamos buscando empleo, ya sea a nivel económico, por un cambio de aires, o simplemente por probar otro sector nuevo. Sea cual sea la motivación, debemos tenerla siempre presente. Habrá momentos en el que no sea suficiente, por lo que tendremos que buscar nuestra motivación en otros lados.

Como hemos comentado, una de las formas de mantenerse motivado es tener en nuestra cabeza por qué deseamos un nuevo empleo, sea por lo que sea y los cambios beneficiosos que este cambio puede llevar.

La consecución de objetivos a corto plazo también nos ayuda a sentirnos motivados para continuar el proceso.

Darnos premios si cumplimos con objetivos determinados, como refuerzo externo, también puede ser un buen mecanismo de motivación.

Por supuesto, no debemos descuidar nuestra vida fuera de la búsqueda de trabajo. Hacer deporte, dormir y comer bien, mantener nuestros hobbies y nuestras amistades nos ayudarán a sentirnos motivados.

  • Dale importancia al descanso:

A veces nos bastará con tomar un descanso durante el día o incluso de algunos días, para volver a recuperar esa motivación o esa estabilidad emocional, por lo que no debemos tener miedo a tomar un descanso, o rebajar el volumen de este “trabajo”, aunque sin prolongarlo demasiado.

  • Fracasar es parte del proceso:

Tenemos unos documentos laborales actualizados y muy buenos, nuestro perfil encaja con las ofertas, pero no recibimos la deseada llamada, incluso muchas veces he sido rechazado del proceso de selección ¿Esto por qué es?

Antes de nada tendremos que comprobar que todo lo enviado está correcto, si no es así, tendremos que realizar los cambios necesarios, pero sin lamentarnos demasiados por este fracaso, ya que gracias a él nuestro perfil ha mejorado de cara a próximas ofertas. En el caso que veamos que nuestro perfil es completo, deberemos aceptar este fracaso como parte del proceso. Muchas veces no seremos los candidatos seleccionados por cuestiones ajenas completamente a nosotros, por lo que en estos casos no deberemos darle mucha importancia al fracaso, ya que no depende de nosotros y no podemos hacer nada para cambiar este resultado, por lo que deberemos seguir realizando nuestro trabajo.

  • Buscar apoyo:

Como en cualquier etapa dura de nuestra vida, una de las mejores opciones es buscar apoyo en nuestros amigos o familiares, desahogarnos contándoles el proceso y las dificultades que tenemos, y que nos apoyen o nos feliciten según los resultados que tengamos.

 

Desde el Departamento de Desarrollo Profesional de la EIP, guiamos a nuestros alumnos durante todo este proceso para que puedan integrarse en el mundo laboral lo suficientemente preparados y confiados y alcanzar así su primer empleo de calidad.

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