Más del 10% de la población española tiene algún tipo de discapacidad. Estamos hablando de una cifra que rondaría los 4,5 millones de personas.
En ese sentido, la sociedad civil y, cómo no, los organizadores de eventos hemos de intentar, siempre y en la medida de nuestras posibilidades, diseñar, construir eventos inclusivos y accesibles que permitan a todas las personas, independientemente de su condición, disfrutar, saborear del evento.
En cualquier instante de nuestra vida podemos, -ojalá que no- sufrir un percance que nos convierta, por un día, un mes o un año en persona con discapacidad o diversidad funcional (utilizo este término porque se viene utilizando últimamente, aunque no esté muy de acuerdo).
Por tanto, todas las medidas que implementemos en nuestros eventos inclusivos en pro de la accesibilidad de estos, no supondrán, en ningún caso, un coste añadido, todo lo contrario, se convierten en una inversión reputacional de nuestra marca, de nuestro cliente.
Últimamente se habla mucho de la Agenda 2030; muy bien. De la ODS; muy bien, pero todos estos horizontes no se verán culminados si no aplicamos criterios de inclusión, de accesibilidad, de no discriminación.
Ejemplos:
- Cuando diseñamos en un ‘mapping’ en la fachada de la ‘Casa de la Panadería’ de la Plaza Mayor de Madrid….. ¿pensamos en todos los públicos?
- Cuando producimos, ideamos un video, ¿pesamos en todos los públicos?
- Cuando diseñamos la escenografía de los Premios Goya, ¿en quién pensamos?
- Cuando enviamos invitaciones y las confirmaciones hay que realizarlas a través de ‘links’, ¿nos dirigimos a todos los públicos?
Pues bien, creo ya es hora de que en nuestros equipos de producción de eventos se establezcan protocolos de accesibilidad que tengan aspectos muy sencillos como:
- Subtitulados.
- Audio descripción.
- Escenarios accesibles con rampas de acceso.
- Todas las herramientas tecnológicas (páginas web, apps, etc.) cumplan los cánones de accesibilidad (ya establecidos por W3C Web Accessibility Initiative (WAI).
Pero esta inclusión y/o accesibilidad no solo es para las personas con discapacidad. Hemos de conseguir la universalidad, es decir, que si una persona de avanzada edad acude a nuestro evento con bastones o andadores, no tenga problema alguno. O aquellas parejas que van con sus peques con el carrito de bebé, igualmente.
Al igual que el protocolo es una INVERSIÓN, la accesibilidad es UN COMPLEMENTO a esa inversión.