El Wedding Planner: un profesional de eventos

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Un wedding planner es quien colorea los sueños que imaginan las parejas. Un wedding planner es la salvación de muchas novias y novios nerviosos.

Pero, sobre todo, un wedding planner es un profesional de la organización de eventos que se dedica a un área muy especial, y así debe formarse.

¿Qué hace un wedding planner?

 

1. Planificación de Eventos

Para poder planificar una boda, antes hay que poder planificar cualquier tipo de evento.

El profesional debe tener muy claro quién es el anfitrión (o anfitriones en este caso) y guiarles en sus funciones y responsabilidades antes, durante y tras el evento.

2. Lista de invitados.

Es el wedding planner quien aconseja a las parejas en cuanto a la lista de invitados, teniendo en cuenta que el 80% de los dramas que se desencadenan en un evento organizado por profesionales se origina por una mala selección de los invitados, porcentaje que se eleva cuando el evento que tenemos entre manos es un acto familiar.

3. Diseño y Gestión de base de datos de las invitaciones

También se encargará de la gestión de invitaciones que, además de ser preciosísimas, tienen que ser protocolariamente ideales.

Para ello, el mismo profesional diseñará la base de datos, comprobará que el texto de la invitación tiene todos los detalles que debe tener (ningún invitado perdido buscando desesperadamente la ermita de la ceremonia), que todos reciben su invitación, que nadie recibe dos ejemplares…

Parece fácil, pero es una trampa.

Es el profesional de los eventos el que maneja las estrategias para no caer en esa trampa, el que gestiona todo el tema de las invitaciones (taquilla protocolaria en el argot profesional) ya sea para la inauguración oficial de los Juegos Olímpicos o para para la celebración de una boda íntima.

4. Diseño del sitting

Otro aspecto delicado en el que el wedding planner se convierte en clave, es el diseño del sitting plan.

Quién se sienta dónde.

Además de manejar a la perfección las técnicas, presidencia francesa o inglesa, sistema cartesiano o del reloj (el profesional cualificado entenderá, sin pestañear, a qué nos estamos refiriendo), también está entrenado en su sensibilidad profesional para captar otras necesidades, haciéndose cómplice de los anfitriones y flexibilizando las técnicas según filias y fobias de los invitados.

En resumen, el wedding planner evitará que el banquete de la boda de tu prima la del pueblo se convierta en una bomba de relojería, empleando las mismas técnicas que un experto en Protocolo Oficial lo hace en una cena de Estado en el comedor de gala del Palacio Real de Madrid.

5. Elección de la mesa y del comedor.

¿Qué tipo de mesa es más adecuada para el momento, lugar y circunstancias particulares de una boda en concreto?

Mesa redonda, cuadrada, rectangular, imperial, en U, en T, en peine simple, en peine doble…

Aquí es cuando la pareja empieza a desear haberse escapado a casarse en Las Vegas y librarse de toda esta parafernalia.

Con lo sencillo que debería ser elegir una mesa, ¿verdad?

Es sencillo si se cuenta con un profesional de la organización de eventos, que, además, aconsejará a los contrayentes sobre si comedor clásico, moderno, en margarita, americano o incluso compartimentado es el mejor modelo para agasajar a sus invitados.

6. El Menú

Hay mucha gente que opina, no hay estadísticas oficiales pero en ciertos asuntos la sabiduría popular es suficiente, que lo mejor de una boda son los momentos comida y bebida.

Pero cuando las expectativas son muy altas, la caída también puede serlo.

Ninguna pareja quiere que el resumen de su gran día sea: “El jamón, escasísimo” o “El champagne estaba caliente”.

¡El wedding planner al rescate con su conocimiento profesional sobre el mundo del cátering para eventos!

Aconsejará a los novios a seleccionar el menú teniendo en cuenta el tipo de invitados, sus gustos, la atención a los comensales con necesidades particulares, la estación del año, el producto local, el tipo de elaboración más adecuado…

Y los ases en la manga del buen profesional: la ecuación perfecta para calcular las cantidades de comida y bebida al milímetro (que no falte pero que no se tire nada a la basura, equilibrio sostenible), y la gestión del personal para que todos los invitados se encuentren maravillosamente atendidos sin sentirse abandonados, ni por el contrario agobiados.

wedding planner

7. La elección del vestido

No podemos olvidar el gran mito del wedding planner: acompañar a la novia en la aventura de elegir su vestido.

Pues sí, puede ser una de las atribuciones del wedding planer profesional el ayudar a decidir no sólo acerca del vestido de la novia sino también sobre el atuendo del novio.

El wedding planner tiene los conocimientos de etiqueta necesarios como para ser capaz de flexibilizar y adaptar las recomendaciones de etiqueta a los deseos y necesidades de los contrayentes.

¿Que es una boda de mañana y a la novia le apetece que sus amigas vayan de largo?

De largo irán mientras el wedding planner, experto en protocolo, las mira sonriente sabiendo que la etiqueta de un acto privado la marca el anfitrión, la novia en nuestro ejemplo.

Queridas novias, queridos novios, queridas familias y amigos, estamos hoy aquí reunidos para definir qué es un wedding planner.

Es el profesional que, para siempre, formará parte de uno de los días más especiales en la Historia de una pareja. Es el profesional que ahorrará tiempo, dinero y disgustos a los contrayentes.

En definitiva, un wedding planner es un profesional de la organización de eventos que se dedica a un área muy especial, y así debe formarse.

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