La traductora, intérprete y abogada Rika Hiromitsu dictó el pasado miércoles tres de mayo una interesante conferencia en la Escuela Internacional de Protocolo de Barcelona, en la que desgranó las claves de la cultura y el protocolo de Japón.
El país nipón es hoy por hoy la tercera gran potencia económica mundial, tras China y Estados Unidos, y se encuentra en la décima posición del ranking de Desarrollo Humano. Cuenta con 47 provincias y, aunque existe absoluta libertad religiosa, más del 80% profesa una religión propia como es la sintoísta. La comida tradicional es el pescado y el arroz, ya que más del 80% del territorio japonés es montañoso y es muy complicado contar con pastos para el ganado.
Dentro de la cultura del país del Sol Naciente están las artes marciales y el sumo, entendidos en gran parte más como una filosofía de vida que como un deporte. Así, por ejemplo, los grandes campeones de sumo son venerados, pero si son descubiertos con algún elemento que pueda resultar vergonzoso, son expulsados del circuito de manera fulminante.El conocido como “milagro económico de Japón”, ocurrido tras la segunda guerra mundial, se sustentó en la decisión de gran parte de la ciudadanía, que entendió la necesidad de trabajar gratis para sacar el país adelante: “las amas de casa, por ejemplo, cuidaban gratis de hijos de otras parejas, para que éstas pudieran trabajar más horas”. En esta época surgieron las hoy grandes empresas, como Hitachi, Yamaha o Toyota.Uno de los grandes problemas que aún arrastra la sociedad nipona es su potente machismo, es por ello que, según Hiromitsu, “en una empresa siempre cobran menos las mujeres que los hombres, aunque poco a poco se va mejorando, pero casi todos los puestos directivos son para ellos. Incluso esto se nota en la falta de caballerosidad que se demuestra en el día a día”. La estructura social sigue sustentándose en un patriarcado familiar, con el padre como pater familias y la madre como sustentadora de la casa.También esto se transmite a las empresas, donde los directivos suelen ser de alta edad y, generalmente, eligen a sus sucesores varios años antes de jubilarse, para poder apadrinarlos y formarlos durante esta época.Con respecto a detalles a tener en cuenta para extranjeros que quieran realizar negocios con empresas niponas, es importante conocer bien el idioma, pues el manejo del inglés no está extendido entre las generaciones más mayores. Además, son muy estrictos con la puntualidad, pero les sienta mal que alguien llegue media hora antes a las reuniones, pues pueden no tenerlo todo preparado.Las tarjetas de presentación son muy importantes, pues aunque se pueda enviar un email con los datos personales, consideran esencial este detalle. Se llaman meishi, deben entregarse con dos manos y de cara al receptor y, cuando recibimos una, debemos siempre leerla atentamente e incluso hacer algún comentario sobre el contenido de la misma.El saludo más habitual es con una inclinación de cabeza, aunque está cada vez más extendido el apretón de manos, fundamentalmente en la esfera de negocios.Como es habitual, puedes repasar estos y más detalles comentados por Hiromitsu en su conferencia en el storify de la misma.