Protocolo en la organización de bodas: tradiciones y tendencias modernas

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Las bodas constituyen el evento más importante en la vida de muchas personas, y por eso es todo un reto, tanto para los propios novios como para los familiares y organizadores. Sin embargo, a pesar de los gastos o de la dificultad que a veces entraña la puesta en marcha de una ceremonia así, lo cierto es que siguen siendo muchas las personas que se casan. Pero, ¿siguen celebrándose las bodas de la misma forma que antaño? ¿Continúan coexistiendo algunas tradiciones clásicas junto a las más modernas?

 

Historia y evolución del protocolo en las bodas

Las bodas, lejos de ser un rito moderno, tienen su origen en la antigua Mesopotamia y en las ceremonias de las antiguas Grecia y Roma, aunque lo cierto es que poco tenían que ver con las actuales, tratándose más de acuerdos entre familias. Las ceremonias religiosas cristianas, por ejemplo, no llegarían hasta la Edad Media, momento en el que se introdujeron ya elementos fácilmente reconocibles del protocolo actual, como el rito de hacer votos e intercambiarlos o hacer lo mismo con los anillos.

Pero para ese concepto de boda similar al actual, de grandes banquetes y fastos, tenemos que viajar hasta la Edad Moderna, pues sería en el periodo del Renacimiento donde los nobles comenzasen a convertir los enlaces matrimoniales en auténticas fiestas con bailes y banquetes opulentos, probablemente más que hoy. Aun así, los trajes seguían siendo muy distintos a lo que conocemos, y aún tardaría mucho la mujer en vestirse de blanco, siendo el honor de ser la pionera de la reina inglesa Victoria, que en su enlace en el año 1840 vistió de blanco convirtiéndolo desde entonces en una progresiva tradición, algo en lo que se volvería a retroceder en países como España durante el periodo de la Guerra Civil y la posguerra, especialmente en zonas rurales.

Sería ya, en torno a los años ’60, cuando las bodas comenzaran a personalizarse y a convertirse en lo que son hoy, aunque por entonces fueran en su mayoría religiosas. En cualquier caso, todas y cada una de ellas fueron conformando las tradiciones actuales y dando forma a los ritos y protocolos de la cultura de cada lugar, y es toda esa evolución la que sigue haciendo de las bodas uno de los eventos más importantes y significativos del mundo.

 

La importancia del protocolo en la organización de bodas

El protocolo en las bodas hace referencia a las decisiones que se han de tomar para que la celebración llegue a término tal y como los novios lo hayan solicitado. Pero no solo eso, ya que las ceremonias, especialmente si son religiosas, conllevan un protocolo bastante rígido que pueden conocer mejor los profesionales de la organización de eventos, y por eso es cada vez más habitual que se contraten este tipo de perfiles para asegurarse una boda de diez.

Y es que, conseguir que lleguen a buen término tanto la ceremonia como el banquete o el baile, así como otros aspectos como el posible alojamiento de novios y familiares, o la llegada a tiempo de todos los trajes y las decoraciones o invitaciones, no es nada fácil, y por eso contar con ayuda experta puede servir para restar nervios a los novios y hacer del día de la boda un momento inolvidable y sin presión.

Por eso el protocolo en las bodas desempeña un papel tan importante, porque todos los invitados a este tipo de ceremonia deberán cumplir un papel o seguir unas determinadas normas que estarán relacionadas con la etiqueta, con la forma de entrar en la iglesia, con los regalos, con la puntualidad, con los acompañantes, con el respeto o la forma adecuada de sentarse en la mesa, de comer y de brindar…y un larguísimo etcétera, y a eso es a lo que llamamos protocolo de bodas, fundamental para que el ambiente sea lo más relajado y positivo posible.

Tradiciones en las bodas análisis de rituales y costumbres

Tradiciones en las bodas: análisis de rituales y costumbres 

Las bodas, desde sus orígenes, han estado llenas de rituales y símbolos que pueden variar dependiendo de la época y de cada cultura, aunque el paso del tiempo y nuestro sistema actual globalizado han hecho posible que muchos de ellos se extiendan y popularicen, siendo el caso de los vestidos de novia blancos, encargados de simbolizar la pureza. Pero, ¿qué más tradiciones suelen ser aún populares?

  • Algo prestado, nuevo y azul: otra tradición antigua que perdura y que simboliza el amor fiel y duradero es la de llevar algo nuevo y algo viejo, o algo prestado y algo azul, lo que hace que muchas novias incorporen dicho color en el liguero, en su ramo de flores, en el tocado, en los zapatos o en las joyas.
  • Padrinos y damas de honor: en las ceremonias religiosas católicas aún sigue llevándose a cabo esta tradición en la cual los padrinos son la madre del novio y el padre de la novia, encargado también de conducirla hasta el altar, aunque pueden invertirse los roles o ejercerlos otras personas también.
  • El velo: con respecto a la tradición del velo, que procede de la antigüedad clásica, lo cierto es que se va perdiendo cada vez más, pues era algo que se exigía antaño en las bodas religiosas y que ahora solo forma parte de la estética, aunque aun así sigue siendo habitual y símbolo de respeto en el altar en las bodas cristianas.
  • Invitaciones y regalos: las invitaciones de boda han evolucionado mucho y ahora pueden ser simplemente de tipo digital, personalizándose de mil formas en papel conforme al estilo de los novios, o enviando un enlace a una página web en la que se ponen todos los detalles de la boda y al término de la misma todas las fotos. Con respecto a los regalos que típicamente se entregaban antes a los invitados, como los alfileres de la novia, los puros o los abanicos, ahora suelen entregarse cosas más modernas o divertidas como tarros de chocolate, galletas o detalles artesanos como la miel o la cerveza. El vino, los kits de “rescate” con artículos de aseo o analgésicos para la post-boda o las alpargatas para las invitadas siguen estando de actualidad.
  • Flores y arroz: el ramo de la novia, aunque tiende a reducir su tamaño o a introducir novedades como las flores silvestres o secas, sigue utilizándose y sigue lanzándose generalmente a los invitados o entregándose a algún familiar importante, como la hermana de la novia o algún abuelo o abuela, o incluso llevándose al cementerio en honor de cualquier ser querido ausente. En cuanto al arroz, que simbolizaba la suerte para la fertilidad y la prosperidad, sí que está más en desuso y se ha ido sustituyendo por pétalos de flores, burbujas de jabón o confetis, entre otras cosas porque a veces es peligroso y porque en muchos lugares prohíben su uso por cuestiones de limpieza.
  • Baile nupcial: el baile es una de esas tradiciones de las bodas que no solo no se ha perdido, sino que ha crecido, como por ejemplo con bailes en la apertura del banquete, además del baile inaugural de la fiesta. Además, pueden ser bailes mucho más desenfadados o en grupo con coreografías y amigos, para añadir más diversión al evento, aunque suelen seguir siendo los novios los que abren los mismos en cada fase del evento.

 

Tendencias modernas en la organización de bodas 

Los nuevos tiempos, sobre todo a partir del siglo XXI, han hecho que las bodas religiosas decrezcan en detrimento de las civiles, y esto ha provocado que muchas de las tradiciones y costumbres se pierdan o que hayan caído en desuso. La parte buena es que ahora hay una libertad que permite por entero a los novios decidir qué es lo clásico y lo moderno que desean incorporar a su boda, o incluso hacerla por otro ritual extranjero o de maneras originales como pueda ser la de casarse en un crucero.

 Hacer la boda al gusto de los novios es el objetivo principal en la organización de una boda, así como conseguir que el resultado final refleje bien la personalidad o el estilo de los contrayentes, al margen del protocolo. De este modo, se ha vuelto tendencia en el mundo de las bodas hacer celebraciones más íntimas en lugar de con cientos de invitados, al igual que relajar la etiqueta en determinadas ceremonias civiles con celebración informal, con novias que ya optan por trajes pantalón o trajes cortos en bodas no religiosas, o invitadas que van de blanco o colores claros, aunque esto es importante consultarlo siempre con los protagonistas.

 También se llevan mucho las bodas en las que priman los elementos naturales en decoración y mobiliario, como la mimbre, la pampa seca o la arpillera, materiales que respetan el medio ambiente y que reflejan la personalidad de unas generaciones mucho más concienciadas con la natuaraleza. También son populares los photocalls, los regalos y detalles divertidos, las mesas de chuches, los shows o los espectáculos en vivo, las ceremonias y banquetes al aire libre, los viajes multidestino para la boda de miel, o reportajes de fotografía que se realizan después de la ceremonia para poder hacer fotos mucho más impactantes sin miedo a estropear los trajes.

 

La influencia de la cultura y la sociedad en el protocolo de las bodas

Las bodas, como hemos visto, evolucionan con el paso del tiempo y al hilo de las diferentes culturas, preservándose ciertas tradiciones e incorporando cada vez más aspectos multiculturales, gracias especialmente al aumento de los viajes y a la digitalización de nuestras vidas. Esto quiere decir que las bodas de hoy en día son mucho más flexibles, aunque todavía pueden guardar ciertos protocolos rígidos, sobre todo en determinados rituales, como los judíos o los de los cristianos ortodoxos.

 Pero sea cual sea el tipo de boda que se realice, o la cultura a la que pertenezca, siempre será necesario un cierto protocolo que se encargue de organizar la ceremonia, los pequeños detalles, o el banquete en el que se recibirá a los invitados. Aunque cada cultura es un mundo, y en bodas extranjeras como las indias, por ejemplo, dicha organización puede ser más compleja y durar incluso varios días al ser bodas más largas.

 En cualquier caso, en estos tiempos no dejan de crecer las bodas civiles o las parejas de hecho, cuya celebración permite al organizador un mayor número de licencias, y que cada vez se ven más influenciadas por el mundo digital en el que vivimos, y por ello ahora redes sociales como Instagram, Facebook, Tik Tok o Pinterest, son los lugares a los que acuden los novios para buscar ideas innovadoras e inspirarse a la hora de buscar un espacio para la boda o destino de luna de miel, por lo que todo wedding planner que se precie deberá controlar y manejar bien dichas plataformas.

 

Protocolo y personalización: cómo encontrar el equilibrio entre lo personal y lo establecido

A pesar de que los tiempos modernos no obliguen casi ya en ningún lugar a cumplir con los protocolos de antaño, salvo en determinados aspectos de los enlaces religiosos, puede ser que haya parejas que no quieran renunciar a ciertas tradiciones, algo que el organizador deberá tener en cuenta en todo momento para saber combinar esa tradición con la modernidad, encontrando así un equilibrio armónico para el evento.

 Conocer en profundidad todas las tradiciones y rituales que aún se siguen llevando a cabo, o que los novios quieran realizar, será algo fundamental para poder asesorar a las parejas en las decisiones a tomar o en los detalles a añadir de manera detallada y creativa. Algunas ideas para aquellos novios que no quieran renunciar a ciertas tradiciones, pero aun así deseen dar un toque moderno a su enlace, pueden ser las siguientes:

  • Realizar unos votos menos tradicionales y más personalizados que reflejen mejor la relación o los sentimientos de los novios, así como lecturas de amigos con anécdotas de fiestas divertidas o de infancia.
  • Añadir muchas flores y elementos naturales al espacio de celebración, así como algún detalle original e instagrameable para los invitados, como unas iniciales de los novios grandes y luminosas.
  • Elegir muy bien la música con las canciones favoritas de los novios, con aquellas que tengan algún mensaje especial o recuerdo, así como con remembers para la hora del baile que emocionen a los invitados y les hagan bailar hasta el final.
  • Realizar un banquete con toques modernos que incluyan platos más saludables o incluso platos de tipo internacional o con influencias culturales culinarias de otros lugares, como el sushi, algo muy habitual ya en muchos cócteles.
  • Hacer que las mesas sean diferentes e introducir, en la medida de lo posible, ciertas novedades en cuanto a la colocación de los invitados, nombrándolas con etapas importantes de la relación, películas, países del mundo o series nostálgicas del pasado. Este tipo de detalles encantan a los invitados y proporcionan grandes momentos de conversación.

No olvidemos que ser flexible y creativo es crucial para encontrar ese equilibrio entre costumbre e innovación, y que, al margen de la profesionalidad que pueda tener el organizador, los novios son siempre los que tienen la última palabra en casi todo, pues el ámbito de las bodas es uno de los eventos donde el protocolo más se puede relajar y personalizar.

Reinterpretar las tradiciones siempre puede dar un toque genial a una boda de hoy en día, como ha ocurrido ya en detalles como el del arroz, que está siendo sustituido cada vez más por otras ideas mucho más bonitas y fotografíales.

Tradiciones en las bodas análisis de rituales y costumbres (1)


El papel de los profesionales en la organización de bodas

El protocolo de una boda conlleva el saber coordinar multitud de acciones para conseguir que todo esté listo en tiempo y forma el día del enlace, y contar con alguien que cuente con experiencia en el sector puede ser de gran ayuda para los novios. Dichos organizadores pueden aportar grandes conocimientos sobre fincas, menús, fotógrafos y empresas recomendadas o espacios ideales para la celebración, planificando cada paso de forma efectiva junto a novios y proveedores y sin salirse del presupuesto, algo verdaderamente complejo en celebraciones de este tipo.

El punto de partida será la elaboración de un presupuesto realista y la puesta en común de prioridades, fechas o número de invitados. Una vez decidido también si será la boda religiosa o civil, se procederá a la elección de los espacios y a la reserva de fechas y pruebas de menú, así como a la elección de los posibles alojamientos o medios de transporte necesarios.

En medio de este proceso, los organizadores deberán aportar su experiencia y hacer recomendaciones sobre errores a corregir o sobre cómo introducir los valores o rituales que los novios deseen incorporar a su ceremonia, como los anillos, los bailes, la ropa y el uso de etiqueta o no, la sorpresas a los invitados, el peinado y el maquillaje, el papel de los padrinos, el catering o el servicio de restaurante…y un largo etcétera. Un largo camino en el que organizador de bodas sabrá como nadie orientar y tranquilizar, asegurándose de que todo salga perfecto y de que ningún deseo ni ninguna norma o tradición se pase por alto.

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