El protocolo diplomático es aquel que nos ayuda a conocer cuáles son las reglas establecidas, ya sea por costumbre o por decreto, para llevar a cabo actos oficiales religiosos, militares, diplomáticos o de gobierno. Este protocolo es necesario para mantener una buena imagen y representación de los países más allá de sus fronteras, y puede ser de tipo permanente o no permanente:
- Protocolo diplomático permanente: las misiones diplomáticas, por ejemplo, se insertan en el llamado protocolo de tipo permanente.
- Protocolo diplomático no permanente o temporal: es el referido a determinados actos o negociaciones eventuales.
El protocolo diplomático ayuda a los distintos países a mantener unas sanas “relaciones bilaterales”, siendo denominado país acreditante el que ejerce la visita o representación y país receptor el que ejerce de sede o anfitrión. Unas relaciones bilaterales que no son otra cosa que ese acercamiento que se establece entre países por distintas causas, como por ejemplo el comercio, la cooperación, el diálogo político y social o las inversiones económicas, y que deben desarrollarse de manera efectiva para el buen entendimiento entre dos estados.
Si dichas relaciones se establecen entre tres países o muchos más, hablamos de “relaciones multilaterales”, como las que se producen, por ejemplo, en los Congresos de las Naciones Unidas.
El protocolo diplomático y el principio de cortesía internacional
A diferencia de otros tipos de protocolo, en el protocolo diplomático las normas no se establecen por parte de cada país, sino que se rigen por el principio de cortesía internacional, encargado de regular las relaciones entre países a nivel global y bajo un recíproco respeto. Para ello, el protocolo diplomático consta de los siguientes principios básicos:
- El respeto máximo a la independencia de las naciones y a la soberanía de los estados.
- El principio de igualdad entre estados soberanos y de absoluta integridad territorial.
- La no intromisión en los asuntos propios de los demás países bajo ningún concepto.
- El obligado cumplimiento de los tratados firmados y de las obligaciones y los acuerdos asumidos.
El no cumplimiento de estos principios de manera intencionada, o el quebrantamiento del principio de cortesía internacional, se considera un desprestigio hacia la imagen de un estado y un daño gravísimo a su autoridad y a su pueblo. Por ello es tan importante esa regulación suprema del protocolo diplomático, cuyas primeras normativas especiales e internacionales tuvieron lugar ya en el siglo XIX (1815 y 1818 respectivamente), en el Congreso de Viena y en el de Aquisgrán.
A su vez, la instauración de estos convenios y documentos legales de política entre diferentes estados, fue convirtiendo poco a poco las normas de cortesía en puro derecho internacional, regulándose la actividad diplomática también a nivel jurídico en el año 1961, en la llamada “Convención de Viena sobre las relaciones diplomáticas”.
Qué es diplomacia y protocolo
La globalización puso de manifiesto la necesidad de ponerse de acuerdo entre diferentes agentes sociales, fundamentalmente para la solución de problemas comunes, y esa comunicación que hace falta entre países para lograrlo se consigue gracias a dos herramientas: la diplomacia y el protocolo. Así, podemos decir que la diplomacia es ese arte que permite la buena comunicación y las relaciones pacíficas entre los estados, siendo el protocolo esa guía o faro que se necesita para el buen desarrollo de las mismas.
Y uno de los motivos que permiten considerar a la diplomacia como un auténtico arte es su propia razón de ser, que no es otra que la de evitar los conflictos, algo muy común cuando grupos de personas con diferentes culturas, símbolos, intereses o creencias religiosas se unen para un fin común.
Dicho de otra forma, la diplomacia es esa búsqueda de parámetros necesarios para unas relaciones sociales e internacionales basadas en el respeto mutuo (gracias a las reglas protocolarias), y de su éxito dependen nada menos que la paz y la armonía entre países pues, como dijo el político y Premio Nobel de la Paz, Henry Kissinger: “la diplomacia es el arte de limitar el poder”.
Qué son los eventos diplomáticos
Los principales actos en los que se aplica el protocolo diplomático son:
- Cumbres internacionales (como por ejemplo la llamada Cumbre del G20).
- Visitas de autoridades extranjeras (presidentes de gobierno, embajadores, etc.)
- Actos de gobierno, eventos y reuniones con mandatarios de otras naciones.
En este tipo de actos el protocolo en general es muy importante, pues de ello dependerá la imagen que transmita al exterior un determinado país, siendo el protocolo diplomático el encargado de regular aspectos como los siguientes:
- Recepción, saludos y despedidas de asistentes y representantes extranjeros.
- Selección del idioma o de la vestimenta escogida para la ocasión.
- Uso adecuado de precedencias entre los asistentes y elaboración de listas, invitaciones, etcétera.
- Manejo en el diseño y montaje de mesas, plan de asientos y colocación de invitados.
- Uso adecuado de banderas, himnos y demás símbolos o canciones nacionales.
Como vemos, el protocolo diplomático en su aplicación es muy similar al protocolo oficial, pero precisa de una serie de normativas y usos concretos en los cuales debe especializarse tanto el personal de protocolo como el personal diplomático de cada país.
Dichas funciones variarán también dependiendo de si la representación que se haga de un país será permanente o temporal, en cuyo caso la permanente o “misión diplomática” será la más exigente. El personal encargado de dichas misiones (representantes del estado acreditante ante el estado receptor) será el que deba tener una mayor especialización en las normativas del protocolo diplomático, pudiendo ser según la situación: misiones de embajada, de alto comisionado, de delegaciones permanentes o apostólicas, de nunciatura o misiones permanentes de organizaciones regionales o de observación. De todas ellas, la misión diplomática de embajada es la que se considera la más importante.
Normas diplomáticas de protocolo
Como veíamos, la diplomacia es el arte del entendimiento, de la relación pacífica entre iguales, pero de lugares, intereses, costumbres o raíces históricas diferentes. A su vez, es un mecanismo pensado para fortalecer la imagen propia de las naciones y su posición bajo el principio de la reciprocidad, es decir, que al mismo tiempo se busque el conocer, comprender y respetar la posición del otro, contribuyendo así a la armonía general.
Teniendo en cuenta esto, la regla más importante del protocolo diplomático es la de representar y proteger los intereses de los estados acreditantes en los estados receptores, bajo el amparo y la normativa del derecho internacional.
Del mismo modo, y salvando siempre los intereses del estado acreditante, otras reglas diplomáticas importantes son la de promover las relaciones internacionales y de amistad entre países, la búsqueda del desarrollo y el avance común a través de acuerdos, negociaciones y proyectos conjuntos, la práctica de trámites y funciones consulares o, en casos excepcionales, la representación de algún tercer estado.
Las reglas del protocolo diplomático se aceptan de forma generalizada por parte de la comunidad internacional (englobándose en la cortesía, la etiqueta y el ceremonial) con el fin de evitar los conflictos y mantener la paz social, garantizando la comunicación y la concordia en un mundo enorme y global.
Protocolo diplomático de España
En el caso de España, todos los asuntos relativos al protocolo se encuentran regulados en el Boletín Oficial del Estado, con órdenes y reales decretos para los usos o las juras de bandera; reglamento de estandartes y distintivos; régimen de títulos, tratamientos y honores; ordenamiento de precedencias del Estado; juramento de cargos e instituciones…etc.
Pero si hablamos de protocolo diplomático concretamente, el órgano responsable que debemos conocer es el de la llamada “Dirección General de Protocolo, Cancillería y Órdenes”, responsable de llevar a cabo todos los actos oficiales relativos a la política exterior, tanto dentro de España como fuera de ella, así como los eventos y viajes del Gobierno y de la Casa Real.
Dicho organismo depende de la Subsecretaría del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación y está encabezado por la figura del “Introductor de embajadores”, uno de los cargos más importantes y remotos de toda la administración española. Los siguientes cargos en importancia serían las Subdirecciones generales de Cancillería y la de Viajes, Visitas Oficiales, Ceremonial y Órdenes.
La Dirección General, a su vez, se encarga de las Misiones Diplomáticas, de las condecoraciones de las Órdenes de Isabel la Católica y condecoraciones al Mérito Civil o de las Cartas Credenciales de los nuevos Embajadores y Embajadoras del país.
Manual de protocolo de la ONU
La ONU, u Organización de las Naciones Unidas, es un organismo internacional que se fundó en Estados Unidos en el año 1945 y que fue apoyado por 51 países tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, con el objetivo de promover y mantener la seguridad y la paz, vigilar el cumplimiento de los derechos humanos, promover el progreso y fomentar las relaciones de amistad y de respeto entre países.
Al componerse de tantas naciones y responsabilidades, pronto la ONU precisó la creación de un manual que registrase las normas y directrices básicas en cuestiones de etiqueta y protocolo para el mantenimiento eficaz de dichas relaciones, cuyo ejemplar se considera hoy imprescindible, fundamentalmente, para las Misiones de Observación y las Misiones Permanentes.
Dicho manual de protocolo, constituido por el Servicio de Protocolo y Enlace de las Naciones Unidas y elaborado a raíz de numerosos documentos, resoluciones y textos legales, está pensado para promover la cooperación internacional con referencias y funciones como:
- Inscripción del personal de apoyo y personal diplomático de las distintas Misiones Permanentes y Misiones de Observación (incluida su familia y servicio personal y doméstico), con la tramitación de las inmunidades y prerrogativas necesarias, así como de los archivos y pases correspondientes.
- Acreditación del personal de las delegaciones gubernamentales y también intergubernamentales, organismos especializados y miembros de las comisiones regionales asociados, para la participación en las distintas sesiones, conferencias y reuniones de la Asamblea de la ONU.
- Asistencia en la preparación y el desarrollo de las visitas oficiales a la Sede de la ONU a las Misiones de Observación y Permanencia, con pautas para la coordinación de las ceremonias oficiales (como la presentación de cartas de nombramiento de observadores o las credenciales de los representantes permanentes), sociales o culturales.
- Disponer y actualizar convenientemente las listas de mandatarios (ministros de exteriores de los estados miembros, jefes de estado y de gobierno, jefes de misiones, alto funcionariado…), disponibles en el Servicio de Protocolo y Enlace, cuya página se puede consultar aquí: https://www.un.org/dgacm/es/content/protocol
• Mantener siempre al alcance otra lista (llamada “Libro Azul”) debidamente actualizada, con los miembros del personal diplomático de las Misiones de Observación y de las Misiones Permanentes, disponible aquí: https://www.un.org/dgacm/es/content/protocol/blue-book - Ofrecimiento del asesoramiento necesario a oficinas, departamentos, organismos especializados y misiones para el desarrollo y puesta en práctica de las etiquetas, usos y demás prácticas protocolarias aceptadas por la ONU y requeridas en los distintos actos a organizar.
Otros protocolos relacionados con el protocolo diplomático
El protocolo oficial
El protocolo oficial se encuentra plenamente relacionado con el protocolo diplomático, puesto que es el protocolo oficial el que regula y engloba los distintos actos de este tipo por parte de los territorios. Y es que la mayoría de actos diplomáticos revisten oficialidad, puesto que se desarrollan entre personalidades importantes, miembros de delegaciones extranjeras, gobiernos o casas reales.
Por eso el protocolo oficial es uno de los más destacados, ya que si en cualquier situación se esperan una serie de comportamientos y normas, más aún se precisan en un acto oficial, puesto que del buen desarrollo del mismo depende la imagen de un país y de sus instituciones. De este modo, el protocolo oficial regula aspectos como las simbologías, las banderas, el código de vestimenta, las entradas y salidas a un evento, la agenda del mismo, los reconocimientos e intervenciones de los asistentes, etc.
Debemos tener en cuenta que el protocolo oficial se encarga de diseñar y llevar a cabo actos importantísimos, como los funerales de estado, la recepción de mandatarios a nivel internacional, sucesiones de miembros de la realeza, o días festivos nacionales como el 4 de julio americano o el 12 de octubre español, entre muchos otros. Y, aunque como vemos, la mayoría de actos del protocolo oficial están relacionados con las instituciones públicas, este tipo de protocolo también puede llegar a desarrollarse en determinados actos privados a petición del organizador.
Por último, cabe decir que es el protocolo oficial el encargado también de organizar los actos concernientes a las casas reales en todos los países monárquicos, debiendo actuar sus miembros conforme a la normativa y legislación oportunas, siendo para el caso de España el Boletín Oficial del Estado.
El protocolo ceremonial
En los actos oficiales se requieren toda una serie de formalidades especiales, encargadas de dotar de solemnidad al evento en cuestión, que forman parte de lo que se denomina “ceremonial”. Es por eso por lo que el protocolo diplomático y el ceremonial están intrínsecamente unidos cuando de actos de estado se trata, pues dichos eventos no podrían funcionar sin la diplomacia y el ceremonial. De hecho, el ceremonial se divide en tres tipos (según sus ámbitos de aplicación) que nos hablan ya de esta unión y que son:
- El ceremonial diplomático. Relativo a las normas y regulaciones aplicables a las relaciones establecidas entre los países y sus agentes diplomáticos, como el orden y las precedencias.
- El ceremonial de estado. Relativo a las normas de cortesía que deben aplicarse en actos en los que intervengan autoridades de máximo nivel y representantes de estado, como los miembros del Gobierno o los miembros de la Casa Real.
- El ceremonial de cancillería. Relativo a las normas y formalidades que se aplican en la correspondencia que un país mantiene con el exterior para el mantenimiento de una excelente comunicación, a través de las embajadas y demás representantes diplomáticos o cancillerías.
El ceremonial, en definitiva, es importantísimo en protocolo, especialmente cuando hablamos de relaciones bilaterales y multilaterales diplomáticas, y debe cumplirse siempre teniendo en cuenta las costumbres y tradiciones de los agentes implicados. Y es que ese protocolo ceremonial guiará muy posiblemente, para bien o para mal, el devenir de los acuerdos y de las negociaciones internacionales.
